La fascinación popular que despiertan los castrati no ha dejado de crecer en las últimas dos décadas. Un fenómeno que hoy sólo podemos imaginar leyendo las crónicas musicales de la época, y evocar al escuchar el canto de los contratenores.
Son varios nombres que vienen a la mente de los aficionados cuando se habla de aquellos prodigios vocales (Senesino, Caffarelli, Porporino, Nicolino, Guadagni, Velluti) que tuvieron se esplendor en el siglo de Las Luces, pero sobre todo ellos están las figuras de Carlo Broschi, conocido como Farinelli, y su estricto contemporáneo, Giovanni Carestini, también conocido como Cusanino.
En nuestro espectáculo, con unas pinceladas dramatúrgicas, indagaremos en el fuero interno de estos dos complejos seres, conocedores ambos de la cara del éxito y de la desgracia. El hilo conductor será la maravillosa música que, compositores como Porpora Händel, Giacomelli o Graun, compusieron para ellos, la misma que los puso frente a frente en una de las más memorables guerras artísticas en la historia de la ópera, con una primera batalla en Roma en 1722, otra, unos años más tarde, en Parma y una gran final en 1735 en Londres. La pública rivalidad artística no lo fue tanto en el ámbito privado. Los hechos históricos lo demuestran y el texto elaborado para esta representación subrayará estos rasgos menos conocidos de la vida de ambos cantantes.
Con un lenguaje llano, sucinto y directo, aunado a la espectacularidad del vestuario que un primo uomo usaba en las representaciones operísticas de aquella época, buscamos conmover al público de hoy. Sólo seis arias cantadas por un contratenor, un texto como amalgama y los recursos del teatro bastarán para lograrlo.