DIDO Y ENEAS – Henry Purcell (1659-1695)
Libreto de Nahum Tate. Estrenada en 1689.
Basada en el libro IV de la Eneida (Virgilio). Historia esta que abarca al menos desde el siglo XII a.c., fecha que los anticuarios atribuían a la destrucción de Troya, hasta el siglo de Augusto.
Virgilio cuenta la caida de Troya, desde el punto de vista de Eneas, el vencido. Eneas es un héroe social, deja detrás todo su mundo destruido y debe buscar una nueva patria para su hijo, sus compañeros y sus dioses.
Su carácter es obediente y respetuoso; se censura su pasividad y falta de iniciativa. Mas que una sucesión de peligros reales, su viaje, se compondría de pruebas de carácter espiritual. Eneas sufre una evolución, su viaje tiene características de un viaje iniciatico. En él resulta fortalecido, lleno de confianza y seguridad en sí mismo. Para los pensadores como Virgilio, una providencia divina anima tanto al cosmos a gran escala, como al microcosmos. Este era su sistema de pensamiento.
Virgilio al mostrar a Eneas tan valeroso en la ultima noche de Troya lo que intenta es ofrecer una nueva visión que borrara la fama de traidor y de colaboracionista con los griegos que se habían adherido a su nombre.
IV Libro de la Eneida.
Eneas en Cartago, su enamoramiento de Dido y la tentación de olvidarse de su misión: fundar una ciudad en el Lacio.
El autor supo reflejar el carácter inexorable del destino y la sumisión patrioticoreliguiosa de Eneas a sus dictados. La existencia de leyes entendidas como “signos” deben alertar a los hombres, ya que el mundo forma parte de un todo inteligente y la providencia emite señales sobre el futuro. Así fenómenos atmosféricos son signos sintamos o aveces causas de otros. Son presagio de catástrofes.
Dido es viuda y no puede volver a casarse, así lo prometió a las cenizas de su esposo.(La univira, mujer de un solo marido). Costumbre esta entre los romanos chapados a la antigua, ya que estaba bien mirado.
Virgilio concentra su interés en la gradual desintegración y autodestrucción de la reina de Cartago. La contempla desde dentro en diálogos, monólogos e incluso sueños. La convierte en una mujer descompuesta y frenética (ménade) bajo los embates del amor, a la vez que en reina llena de dignidad y venganza a la hora de su muerte.
La intimidad de Dido es representada con detalle en contraste con la parquedad de información que obtenemos sobre Eneas.
Eneas es el vencedor porque sigue los dictados de los dioses. Vence, pero no convence. La simpatía esta con Dido.
Virgilio presenta tanto la restricción emotiva de Eneas, como el desbordamiento de amor, odio y orgullo de Dido. Virgilio se identifica con las víctimas, dotándolas de mayor atractivo humano.
Traducción de Espinosa Polit del fragmento en el que Eneas acaba de encontrarse con el Espíritu.
“Mas ante tal visión, aniquilado.
Eneas enmudece, los cabellos
Yertos de horror y la garganta opresa.
Huir, su ansia huir… que atrás se quedan las dulces tierras que al amor convidan.
En la divina admonición le abruman
Tan alta majestad y tanto imperio.
Más ¡ay! ¿qué puede hacer? Y como ahora
Preparar a la reina apasionada?.
Y si se arresta a hablar, ¿por donde empieza?…
FICHA ARTÍSTICA
Director de Escena: Carlos Pardo
Director Musical: Celia Laguna
Reparto:
Dido: Beatriz Lanza
Eneas: Marco Moncloa
Belinda : Raquel González
Segunda dama y primera bruja: Amanda Serna
Segunda Mujer y segunda bruja: Ines Olabarría
Hechicera: Jose Miguel Baena
Marinero: Carlos Pardo y odrigo Fernández
Orquesta Opera Nova
Coro de Cámara Clavileño
Coro Gestual Getafe en Clave
Realización de vestuario: Gabriel Besa