La voz dormida es una novela de Dulce Chacón basada en la posguerra española, donde un grupo de mujeres encarceladas enarbola la bandera de la dignidad y el coraje como única arma posible para enfrentarse a la humillación, la tortura y la muerte.
Sin duda una de las novelas más importantes de la literatura contemporánea española, en la que Dulce se basa en distintas historias reales para crear una línea argumental, Pepita Patiño, la cordobesa en la que se inspira para la protagonista de la historia, murió hace un par de años en su Córdoba natal.
Una mujer con una historia de amor y miedo que Dulce transforma en un alegato contra la represión de la postguerra.
Una historia que nos habla de la dignidad del ser humano, de algo tan importante que aún no está resuelto como es la memoria histórica, de la violencia, del género… un canto a favor de la paz, la libertad, el amor, la lucha por la vida
La obra establece una vuelta a los tiempos de la posguerra española. Escrita en clave periodística, narra el innecesario sufrimiento de las mujeres republicanas en las cárceles franquistas en los años inmediatamente posteriores al fin de la contienda, estableciendo una narración desde un punto de vista omnisciente. Es una historia de tiempos de silencio, donde se relata el sufrimiento de aquellas mujeres que perdieron una guerra y la agonía que vivían sin conocer cual sería su final. La obra está documentada en historias reales, la autora suavizó alguna de ellas e introdujo nuevos matices.
Un grupo de mujeres, encarceladas en la madrileña prisión de Ventas, enarbola la bandera de la dignidad y el coraje como única arma posible para enfrentarse a la humillación, la tortura y la muerte. Pocas novelas podemos calificar como imprescindibles. La voz dormida es una de ellas, porque nos ayuda a bucear en el papel que las mujeres jugaron durante unos años decisivos para la historia de España. Relegadas al ámbito doméstico, decidieron asumir el protagonismo que la tradición les negaba para luchar por un mundo más justo. Unas en la retaguardia, y las más osadas en la vanguardia armada de la guerrilla, donde dejaron la evidencia de su valentía y sacrificio.
La voz dormida fue su última novela de 2002 y premiada por el Gremio de libreros de Madrid como mejor novela en 2003, se ha llevado al cine, y ahora nosotros a partir del impulso y la ilusión de Laura Toledo en este proyecto, verdadera locomotora del mismo y a la que agradezco enormemente que me llamara para ofrecerme la posibilidad de producirlo, la llevamos por primera vez al teatro, con un equipo excepcional donde Cayetana Cabezas ha realizado la adaptación de la novela al teatro, y dirigida por Julián Fuentes, música de Luis Paniagua, iluminación de Joseph Mercurio.
Como dice su autora: “es una historia de tiempos de silencio, donde relata el sufrimiento de aquellas mujeres que perdieron una guerra y la agonía que vivían sin conocer cual sería su final”.