Mongolia comienza a despertar el interés extranjero por su riqueza en recursos naturales y, con ello, la promesa del «progreso». Comerciantes venidos de occidente arriesgan sus vidas y sus fortunas en una carrera loca por el desierto con la esperanza de llegar los primeros a los ricos pozos de petróleo que yacen bajo el mismo suelo. A la cabeza de la carrera, buscando sacar ventaja a toda costa, se encuentra la expedición de la comerciante Karla Langman.
Pero tampoco es eso…
Mongolia sigue siendo un lugar donde sus habitantes todavía viven en comunión ancestral con la naturaleza y participan de los nuevos tiempos con extrañeza. También en este desierto encontramos, exhaustas, a dos trabajadoras locales, una guía y una culi (porteadora). Ellas siguen a duras penas el ritmo frenético de su patrona hasta transformar esta carrera por el petróleo en una lucha a muerte por la supervivencia.
Un tribunal juzgará el trágico desenlace de nuestra historia, despertándonos muchas preguntas:
¿Es posible la justicia en un mundo con desigualdades sociales?
¿Hasta dónde explota el hombre a la naturaleza y a su propia naturaleza por ambición?
¿Puede el miedo justificar la violencia?