Le Fumiste es un homenaje a los recuerdos de la infancia y otros momentos de la vida. Recuerdos de humo aparecen y bailan antes nuestros ojos, dialogan con las emociones y llenan el presente de una manera tan intensa que parecen reales.
Pero cuando intentamos atraparlos escapan entre nuestros dedos, cambian de forma y se desvanecen.
Teatro de objetos, circo y magia. Los protagonistas de este mundo de recuerdos se construyen en escena a partir de elementos sencillos, como botes y vasos, que toman cuerpo y llegan a tener alma y vida propia. Algunas personas saben encender en otras pequeñas luces que se quedan para siempre, como las que iluminan el vidrio de un vaso, dándole brillo sin quitarle transparencia. Nuestros abuelos y abuelas nos enseñaron a sentir las emociones en toda su fuerza y ternura.
El tiempo difumina los recuerdos en nuestra memoria líquida, dejando una huella inconfundible, un suspiro que, como un lápiz de humo, deja escrito en el aire que lo vivido ha sucedido de la manera más bella posible.